Llegamos al final de un año mas y debemos dar gracias a Dios por permitirnos verlo. Este año pasó plagado de momentos emocionantes, unos muy alegres y otros muy tristes. En esta entrada haré un pequeño resumen, precisamente de esos momentos pasados muy cerca, a mi alrededor.
De los momentos tristes, los que voy a referir primero, debo decir que he visto irse para siempre mucha gente a mi alrededor, algunos cercas, otros no tanto y otros que de algún modo u otro guardaban una relación. Ha sido muy extraño, porque es el primer año en que veo partir tantos conocidos. Los últimos tres meses y en especial esta última semana, he recibido noticias diarias de que alguien se fue, de que ya no estará mas entre nosotros. Espero que la noticia de hoy sea la última triste de esta año. Estos acontecimientos nos hacen pensar lo vulnerables que somos ante la muerte, lo transitorio de nuestras vidas, lo que me ha hecho evocar una vez mas el poema de Mario Benedetti "Cuando éramos niños" y colocarme en la tercera estrofa.
Sin embargo, en medio de la tristeza de ver la partida de "los otros", doy gracias a Dios por las noticias alegres, que también han sido muchas: Las bodas, siempre románticas y emocionantes, de amigos y allegados. La llegada a este mundo de varios bebes hermosos y sanos: sobrinos, primos, hijos de amigos y de allegados. Los eventos importantes. Los logros de personas que apreciamos, como el éxito de mi amiga la Tía Ara y del poeta Bienvenido Andujar, de la siempre activa Licet Mazueta. Y sobre todo de los avances de nuestro pueblo.
En un sentido mas personal, agradezco a Dios por dejarme ver el desarrollo normal y rápido de mis dos hijos, saber que tengo a mi esposo a mi lado, tener el apoyo de mi madre y mis hermanos al igual que las amigas y amigos que he conservado con el correr de los años. Contar con un trabajo y seguir adelante con la vida. Y en otro aspecto, agradecer por el término exitoso de otra carrera universitaria. Haber "sobrevivido al monográfico", alcanzar la graduación con honores y vivir la experiencia junto a mis compañero. También porque logré finalmente concluir la reescritura de mi primer libro que había permanecido por espacio de nueve años durmiendo en una gaveta. El que me atreví a proponer a varias casas editoras y Agentes literarios. Sufrió de varios rechazos y otras tantas indiferencias, como habría de esperarse, pero finalmente una editora del país aceptó publicarla, lo considero mi mayor logro de este año en el aspecto literario.
Además me siento muy satisfecha por haber hecho contacto con nuevas personas, tanto personal como en la red, donde no podría dejar de mencionar a Blanca Miosi, Montse de Paz, Teo Palacios (estoy sinceramente muy contenta por sus logros de este año), también al mismo Alberto Vázquez Figueroa, a mi gran amigo, el escritor italiano, Ennio Marchetti, a la artista Elizabeth Marrero, entre otros muchos con los que también fue un verdadero placer compartir y saber que están en cualquier parte del mundo dispuestos a dar un granito para todos.
Agradezco a mi gente de aquí que han colaborado tanto conmigo y me han puesto en una buena ruta, como mi profesor Máximo Fermín, Valentín Amaro de Sistema Nacional de Talleres Literarios, a Villalona Felix y Pablo Reyes de la Editora Nacional y a Juan Colon un desprendido escritor que me hizo confiar una vez mas en mi trabajo.
A todos un fuerte abrazo, esperando que el próximo 2010 sean mucho mas fuerte nuestros lazos y sobre todo plagado de nuevos logros.
Con verdadero afecto
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