miércoles, 28 de abril de 2010

UN DÍA CUALQUIERA EN LA VIDA DE UN INTENTO DE ESCRITORA


Parte II

9:35a.m.: Salgo del garaje y conduzco cuesta abajo con la esperanza de poder robarme unos minutos en el trabajo y terminar el diálogo que llevo gravado en la memoria USB. El portero registra la hora levantando la ceja derecha. Mando a llamar a uno de los muchachos para que revise la batería y el aceite de mi ”troncomovil”, mientras subo a las oficinas. Allí los teléfonos, aquí el fax. La compañera de trabajo me informa lo intranquila que ha transcurrido la mañana. Hay un hombre esperando que sólo habla francés… ¡Bon jour! Bon jour!! Y bla, bla, bla y los veinte minutos previstos para concluir mi dialogo se fueron allí. Me conformaré con terminarlo en la hora de almuerzo, pero ésta también se va, con la jefa suiza quejándose por aquí, gritando por allá, (Siempre me he preguntado si todos los suizos gritan así). Mi diálogo suspendido en cualquier rincón de mi memoria, mientras van cartas por allí, cheques por allá, estados aquí, llamadas allá, hasta que llega la hora de volver a casa.

5:10 p.m.: Es hora de partir (con suerte es más temprano) Apago la Mac intosh con la imagen de mi esposo y mi hija en medio de un mar intensamente azul, como fondo de pantalla. Cierro mi oficina y reviso las demás. Pongo la alarma y bajo la escalera diciéndome: ¡Por fin temprano a casa! ya tendré tiempo de sentarme a hacer algo antes de la cena.

5:35 p.m.: Conduzco cuesta arriba y mientras subo a lo alto de la casa, las caritas de los niños atestadas en la baranda de la terraza gritando: ¡Mami! ¡Mami! Eso es gratificante después de un duro día. Abrazos y besos y quejas y regaños y en fin... La nana-femme de ménage se despide después del resumen del día.  Jugar un chin con los niños, hablar otro chin con el esposo, quien ha llegado mas temprano también. Bajo a regar las plantas que sembré en el fin de semana, una cosa aquí y una cosa allá, sin apartarme del dialogo fabuloso que quedó a medio talle y que me arde en el disco duro dentro de mi cabeza.

6:30 p.m.: Mientras los niños están frente a la TV aprovecho para hacerles un bizcocho: 2sss taaaazassss de hariiiina, 2ssss hueeevossss, azúuucar, eeetc., y batir y batir hasta que los niños descubren que mami hace biscocho y entonces corriendo vienen a ver: ¡Mami, Bichochoooo!!! Y como no alcanzan el tope de la cocina, buscan sus sillitas para poder subir y ver mejor lo que mami hace. ¡Uhhh! La mezcla apetitosa y en lo que doy una vuelta para tomar el molde, ya tienen sus pequeñitos dedos en la mezcla, ¡Uhhh drico, mami, drico! Tengo que quitarla corriendo antes de que la coman toda.

7:30 p.m.: Hora de la cena. Otra intensa lucha para llevarlos a la mesa. Y un cuento aquí, una canción allá, un dibujo aquí, una vaca allá, hasta que terminamos.

8.55 p.m.: Es hora de ir a la cama. ¡A la cama!  Grita mami, ponen resistencia pero se entretienen en el baño, a cepillarse, la pijama, la última leche y a dormir.

9:30 p.m.: ¡Por fin! Puedo ir tranquila a sentarme frente al PC. Subo las escaleras, con menos ánimo que en la mañana. Cuando la enciendo escucho: ¡Mamiiii!!!!! Entiendo que tengo que bajar y queja aquí otra allá, y…hasta que vuelven a calmarse y yo a subir nuevamente las escaleras, con las rodillas aun mas pesadas. Los libros regados en todos lados me recuerdan que en algún momento debo ocuparme de ellos. Pero me siento frente al PC. Por fin empiezo a teclear. Pero el dialogo ya no lo encuentro tan interesante... No tiene la emoción que tenía en la mañana. Borro línea y las vuelvo a escribir hasta que empieza a surgir algo interesante nuevamente.

11:00 p.m.: se ha ido un poco lejos. Entre diálogos y escenas, y los personajes se están riendo de mí porque se han salido con la suya y ya no los puedo controlar. Tengo que revisar el esquema. Tengo que detener el libre albedrío de estos personajes. Bostezos y más bostezos. Bajo a prepararme un té. Tal vez ahuyente el sueño, pero el té solo me dio calor. Quiero seguir, pero el sueño y el cansancio me vencen. Tengo que conversar con la almohada por unas horas. Debo encontrar la manera de hacer obedecer a estos personajes, quizás mañana encuentre la manera y…  bajo las escaleras arrastrando los pies y bostezando hasta mas no poder.  Mañana será otro día para seguir intentando ser escritora. ZZZZ

miércoles, 21 de abril de 2010

PREMIO PRINCESA


He recibo, con mucho agrado, de mi querida Melody Paz, este simpático premio. Como es natural, antes de ponerme la corona  debo cumplir con algunos encargos: 

1) Darle las gracias a quien lo otorgó: A mi querida Melody Paz, la encantadora hacedora de historias. Les recomiendo pasar su blog, quedarán fascinados: melodypaznovelas.blogspot.com/

2) Decir el autor que te encanta: Es un poco difícil, porque siempre hay mas de uno. Prodría dividirlos en latinos, europeos, anglosajones, en poetas o novelistas, del pasado o contemporáneos, fantásticos o históricos, etc., etc... Pero qué les digo, me encanta G. García Marquez, me encanta, I. Allende, me encanta A.Vázquez Figueroa, me encanta Antoine de Saint-Exupéry, me encanta Víctor Hugo, me encanta Alexandre Dumas, me encanta Robert Louis Stevenson, me encanta Julie Vernes, me encanta.... y aquí me detengo, porque de lo contrario....

3) Nombrar al autor que más detestas: Eso no puedo decirlo. Puedo encontrar una obra que me disguste de un autor me guste, pero puede deberse a ideologías con las que no estoy de acuerdo, pero ese es un problema del autor y no mío, j, j, j. No me gustan las obras que se inclinen demasiado a las políticas y partidistas, tampoco los libros con un terrible trasfondo pesimista.

4) El librito que más te encanta: Cumbres Borrascosas (lo he leído muchas veces), En el nombre de la rosa. De poesía me gusta 20 poemas de amor y una canción.... y, de mis tiempos adolescentes, Robison Crusoe, El principito, La isla del tesoro, la Vuelta al Mundo en... Mujercitas... me detengo aquí también... 

5) Qué te emociona siempre: los regalos y las sorpresas. 

6) Algo que odies: La falta de fe, la prepotencia, el poder de los uniformes, la discriminación, la falta de respeto y sobre todo esa terrible diferencia de clases sociales, de razas, de ricos y pobres que aun no se ha erradicado de faz de la tierra.

7) Pasar el premio a 7 blogs: Bueno... quisiera darle esta simpática corona a tantas mujeres pero hay un número... un numero impar, un número que me obliga a elegir... pero haré como quiero. Hoy tengo el poder y lo pasaré a todas las princesas, aunque como yo, a estas alturas ya no sean princesas, sino, reinas, reinas madres, abuelas reinas, reinas consorte o lo que sea Su Majestad...
El orden no tiene nada que ver

Un beso a todas!!!

viernes, 16 de abril de 2010

LA AUSENCIA DE AUTORES DOMINICANOS EN EL MERCADO EDITORIAL NACIONAL E INTERNACIONAL


Verdaderamente no es muy halagador que una casa editora importante, se instale en un país y que luego, no se incline a dar apoyo a los escritores de ese país en el que quiere colocar y vender sus libros de autores extranjeros. Es como una galleta sin mano.

Entiendo que cada empresa tiene sus políticas y que éstas obedecen a múltiples razones, entre ellas, la garantía de utilidades. Pero no por ello deberían limitarse a mirar, si acaso, por encima del hombro, la obra criolla. Tampoco estoy de acuerdo con que se publiquen libros que pongan en descrédito el quehacer literario de una nación, ya sea por la falta de calidad, de estética o de estilo u otros detalles que podrían dejar mucho que decir. Sin embargo, deberían tomarse más consideraciones, con las buenas obras, puesto que las hay. Se podrían llevar a cabo ciertas iniciativas que alimenten e incentiven la labor literaria dominicana. Establecerles metas, a modo de concurso u otras competencias, para descubrir lo mejor de lo mejor de nuestros escritores, para que se publique al año cierta cantidad de libros de autores dominicanos, especialmente noveles, quienes son los que mas dificultad tienen en colocarse en la palestra.

Esto no quiere dejar dicho, que estas importantes editoriales no se han arriesgado a publicar a dominicanos. Rebuscando muy bien, se podrán encontrar algunas excepciones. En un pequeño resumen de los últimos años, Alfaguara ha publicado las obras de Julia Álvarez, entre ellos En el nombre de Salomé y En el tiempo de las mariposas. Algo que se debe resaltar de esta autora, que consideramos dominicana, es que no escribe en español, la mayor parte de su vida ha residido en Estados Unidos y ha logrado una trayectoria meritoria, ganando algunos premios y reconocimientos a nivel  internacional, lo que obligatoriamente la pone a la vista de las editoriales.

Otro autor es Junot Díaz, que también escribe en ingles, reside en Estados Unidos y que además ganó el premio Publisher que le hizo poner los ojos del mundo sobre él. Luego tenemos a Pedro Antonio Valdez, uno de los pocos, netamente dominicanos,  que han cruzado las puertas casi infranqueables de Alfaguara. Otros han sido Marcio Veloz Maggiolo y Fernando Ureña Rib, al igual que Juan Boch, Eugenio Garcia Cuevas, Andrés L. Mateo, José Henríquez García, entre otros autores, además de los libros para el catalogo infantil. Sin embargo muy pocos de estos libros han traspasado las fronteras nacionales

En cuanto a Editorial Norma, haciendo eco de una declaración ofrecida en septiembre del pasado año, por su Gerente Editorial en el país, el señor Guillermo Cotes, a raíz del mal entendido de que esta Editorial había decidió cerrar las ediciones de autores dominicanos por ser mercado poco atractivo, dice, después de explicar que sólo se debe a un proceso de consolidación a nivel mundial del Grupo Carvajal, y que desde mayo del 2003 hasta septiembre 2009, se han publicado exitosamente 34 libros de autores dominicanos. Esto nos da un promedio de unos 5 libros por año, que no se puede considerar nada mal, siempre y cuando esta estimable cantidad de libros haya sido colocada adecuadamente en el mercado internacional.

En cuanto a la producción nacional, el tema es igual de precario. Hace menos de una década que la Editora Taller, entidad dominicana que solía publicar textos de autores locales, ha dejado de hacerlo. Habrá tenido sus motivos para ello y en detrimento de nuestros escritores. Otra entidad lo es La Trinitaria, pero sus textos mas se inclinan por un sentir patriótico y nacionalista, que también es una cerca que hay que saltar.  Ambas entidades se dedicaron por varios años a publicar y promover la literatura criolla. De hecho La Trinitaria aun suele hacerlo.

Al margen de esto tenemos al Estado Dominicano que ha dado mucho apoyo en los últimos años a sus escritores. Cada año se publican muchos libros a través de la Editora Nacional, sin embargo, la parte oscura de ésta se centra en que, luego de que el libro finalmente llega al papel, no hay un medio de comercialización que los apoye. El autor debe buscar, por sus propios medios, la colocación en las librerías. Pero… ya hay una primera parte que goza de gran valor y es que el libro ha salido a la luz.

El resto ha tenido que recurrir a la autoedición. Pagar con su propio pecunio a una de las muchas editoras o imprentas existentes en el país para estos fines con elevadísimos costos. Luego tienen que dejar el sudor, el aliento y las ilusiones en el amargo y difícil proceso de la colocación y comercialización de su obra y sobre todo, acaparar la aceptación de los lectores.

A modo de conclusión, debo decir que, aunque mis libros jamás pasen de la puerta de mi casa, hay que explorar los mercados literarios. Si bien no debemos llegar a la arrabalización de la literatura, ni caer en esa literatura “chatarra” como la define José Mármol, o literatura inútil o desechable, sí observar las tendencias de lo que se publica y se vende hoy en día. Averiguar cuál es la preferencia de los lectores y por ende de las editoriales. Escarbar, rebuscar y dar con aquellos temas que interesa a la gente y hacerlo con estilo y elegancia. 

martes, 6 de abril de 2010

UN DÍA CUALQUIERA EN LA VIDA DE UN INTENTO DE ESCRITORA

Parte I

5:00 a.m.: Medio me despierto. Es una buena hora para continuar escribiendo la escena que dejé sin terminar anoche. Pero está tan calientito y aun sigo con tanto sueño, que continúo dormitando.

 

5:30 a.m.: ¡Ahhhhhhh! El llanto de Víctor en la otra habitación. Otro silencio y espero a que siga dormido. El padre a mi lado se voltea en el lecho porque, en su inconciencia, no ha escuchado nada. Un llanto más largo y entonces voy de puntillas a ver. Le hago una caricia y se queda tranquilo. Vuelvo a mi habitación, miro por la ventana abierta, aun está oscuro. Busco sobre los árboles y encuentro a Venus: Hermoso, resplandeciente. Me satisface verle pues me recuerda que soy “madrugadora”.  Pienso que es un buen momento para sentarme frente a la computadora y continuar la escena incompleta. El llanto de Víctor vuelve a irrumpir en la habitación y en puntillas regreso a su lado y le susurro algunas palabras para que no despierte a su hermanita. Le preparo su leche: 8 onzas de agua por 4 medidas de polvo, un bostezo más, algo de cereal. Bato bien el biberón y se lo llevo a la cuna. Me cepillo en lo que termina el biberón. Luego voy a la cocina. A través de las ventanas de vidrio sin cortinas, me sorprenden las oscuras y gigantescas nubes del amanecer. El horizonte empieza aclarar. Pongo el café, dentro de unos minutos podré sentarme en la computadora a continuar la escena inconclusa.

 

Recojo el biberón, terminado hasta la última gota. Víctor se queda tranquilito y le cubro con la sábana. Voy a la cama de su hermanita y ésta duerme de pastas abiertas roncando  por las molestosas adenoides. La cubro también con su sábana. El café empieza a subir. Lo apago y me preparo mi taza. Me golpea la nariz su aroma peculiar. Miro por las ventanas y desde la altura de la casa, mis ojos vuelan por encima de los montes que la rodean, hasta llegar al horizonte donde se derrama un mar intensamente azul. El rojizo del sol naciente domina el paisaje y me siento tan dichosa de poderlo contemplar. Respiro. Un sorbo de café. Todos siguen dormidos y yo subo las escaleras y me siento frente al ordenador. Al fin podré continuar la escena. Me introduzco con todos mis sentidos en el hermoso acto creativo.

 

7:00a.m.: Siento pasitos ligeros correr abajo en el salón. Me desconcentro y espero. Los pasitos empiezan a subir las escaleras y a poco, en los barrotes  veo una carita risueña despeinada y con algunas huellas de sabanas. “!Mi princesa!” digo e inmediatamente Isabelle sube a darme un abrazo y a ponerse delante de la computadora, como si fuera ella quien tendría que seguir el trabajo. Bueno… otra escena que continuaré dentro de un rato”.  Me levanto y bajo a preparar el biberón de Isabelle: 6 onzas de agua por 3 de polvo, un bostezo y algo de cereal.

 

Vuelvo a la computadora y trato de penetrar nuevamente en la escena: unas cuantas líneas. Las borro y las vuelvo a escribir. Empiezan a fluir hermosas, con sentido, me emociono, ¡Guay!... estoy saliendo a camino con esta emocionante escena que me pone los nervios de punta o me asoma algo a los ojos…. ¡Guay! Al fin un diálogo con sentido y… escucho pasos pesados abajo en el salón. Se dirigen a la cocina. Un fuerte ¡Crak! abriendo las ventanas para que el aire entre a bendecir nuestro hogar. Un grifo que se abre haciendo mucho ruido al dejar salir el agua… el llanto de Víctor. Luego su carita también asoma en los barrotes de la escalera en brazos del papá. ¡Mi niño chulo! Le digo y… “Bueno el hilo del fascinante dialogo se ha quedado suspendido. Tendré que seguirlo mas tarde”.   Ya todos están en pie. Papá preparándose un suculento desayuno y su café. Los niños tirando juguetes aquí y juguetes allá. Yo al pie de la escalera aun con el dialogo en la punta de lengua. Pero bueno… preparo el desayuno de los niños. El papá sale de la habitación, un pantalán en mano y se queja de que ese no tiene botón. Lo pienso bien y decido coser el botón que a planchar otro. El desayuno de los niños está listo. Y los llamo “!A desayunar!!! Ese es uno de los momentos mas difíciles… pero después de una intensa lucha logro que se sienten a la mesa. Ven el desayuno y por la expresión parece que no les agrada lo que mami preparó esta vez.

 

Entonces con el dialogo en un hilito rondando en mi cabeza, acudo a la granja y otros animales domésticos del rincón de los juguetes. Los despliego en la mesa y… la vaca hace ¡Muuu!… un bocado a Isabelle, el caballo hace ¡Jijiji! por un bocado para Víctor… y así sucesivamente con la esperanza de que la nana-femme de ménage llegue pronto y me releve, para yo poder subir y continuar con el dialogo inconcluso. Pero la nana-femme de ménage tardó en subir, puesto que se quedó abajo colgando al sol las ropas lavadas ayer. Cuando al fin sube… sonrisa de los niños, besos aquí, abrazos allá y la dejo a ella con granja y desayuno y vuelvo a subir. Cuando me siento otra vez, los dedos en el teclado, tecleo  una palabra y veo el reloj. ¡Es hora de prepararme para ir a trabajar! Apago mi PC.

 

Continuará...