Decir que te amo no basta, cuando recibo tantas cosas de ti y cuando tengo otras tantas que darte. Decir que te amo no basta pues es solo una palabra, un sonido fugaz que diluye el viento y nuestro amor está hecho de momentos palpables, está creado sobre pilares firmes, construido con férreo deseo. Con verdad. Está compuesto de instantes maravillosos de valor incalculable donde las palabras están de más. Y lo sabemos y, no hay que quitarle al tiempo su sabor, ni intentar competir con el sol, ni reclamarle a la luna los detalles que se llevó.
No es suficiente decir a otros cuanto nos queremos si únicamente sería prolongar el uso de la palabra, pretender que otros comprendan lo que no pueden comprender; Si a través de tu mirada puedo ver las estrellas sin que te lo pida, puedo recorrer el mundo en el arco de tu sonrisa, puedo sintonizar una sinfonía sideral en el soplo de tu voz, puedo... puedo hacer tantas cosas tan solo si estás cerca y eso... jamás nadie lo entenderá, pero a mí me basta. Como también me basta desnudar el cielo para vestirte y caminar a todo lo largo del arco iris para llegar a ti. No me importaría secar el mar para rescatar los corales con que invento las mañanas, hacer de la lluvia el canto de la vida y festonear al sol en cada amanecer. Pero sería egoísmo de mi parte transformar la naturaleza conforme a la mía, simplemente para decirte lo que poseo en mi corazón.
Pero... a las palabras igualmente hay que darle crédito, si con las composiciones precisas muchas dieron forma a nuestros pensamientos y son esas las que logré detener cortándole las alas y plasmándolas en estas líneas, para no perderlas en ese espacio irrecuperable del pasado. Y solo así, decir te amo, me basta.
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