lunes, 31 de enero de 2011

POETAS DE LA ERA

El pasado sábado 29 de enero fue la gala de Poetas de la Era, un conjunto de poetas dominicanos, recibidos con alfombra roja en la Fundación Patria Visual, en la Zona Colonial. Allí se congregó un nutrido grupo amante a las diferentes manifestaciones del arte. Fue un derroche de canciones y de poemas de diversas índoles que van desde los más románticos, ingenuos, tiernos y exquisitos versos, hasta las más extrañas y picantes rimas que se dan la mano con lo prosaico. También se disfrutó, entre otros, de la voz del gran Claudio Cohen y Víctor del Villar, además de la obra Quimera Remix de Machepa Teatro.


Este III Encuentro, tuvo como objetivo la  puesta en circulación del Volumen Poetas de la Era, que recopila los poemas de unos cuarenta autores dominicanos de varias generaciones. Algunos de ellos, Valentín Amaro, de Talleres Literarios, Isael Perez, Gerente de Editorial Santuario, Alexander San Jiminian, Lucy Veras, Ana María Troncoso, Dulce Ureña, Elizabeth Polanco, Yesenia Sánchez Prandy, Jennet Tineo (Naranjita Verde), Ramon Saba, Susana Gautreau, Jovine Bermudez, la escritora Lesbia Gómez,.Elsa Baez, Tessie Sanchez, quien además fue la maestra de ceremonia, entre otros muchos.

Estos encuentros suelen ser muy interesantes, donde, evidentemente se rompen muchas fronteras… donde el calor y el espíritu del sentir literario aletea pretencioso entre las piedras centenarias, sobre aquellos pisos antiguos y rotos, se enreda en las vigas y cornisas oscuras, gatea por las escaleras coloniales y se escurre entre nosotros… entre todos.

Felicitamos desde esta página a todos los autores, tanto noveles como experimentados que nos deleitaron con sus creaciones. También a la infatigable Elsa Báez, a Isael y Omaira Pérez, a todos los que hicieron posible el evento. ¡En Fin! Valió la pena el esfuerzo, el esfuerzo de todos...

domingo, 16 de enero de 2011

Una escritora industrial

Así he decidido llamar a Jean Plaidy (Eleanor Alice Burford Hibbert), a quien he descubierto hace poco. Esta mujer, en unos cincuenta años de “vida productiva”, escribió mas de 200 novelas, ¡doscientas novelas! la gran mayoría, históricas y basadas en la vida de mujeres importantes de la historia de Europa.

Curiosamente, esta escritora británica, utilizó varios seudónimos que variaban según los distintos temas de sus novelas. Los más conocidos, además de Plaidy, son Philippa Carr y Victoria Holt, también utilizó Eleanor Burford, Elbur Ford, Kathleen Kellow y Ellalice Tate.

Aunque la crítica no se pone de acuerdo al catalogar su trabajo, como pasa con todos los autores, algunos la descartan como escritora, pero una gran parte reconoce su talento, además, que conseguir millones de lectores en más de 20 idiomas, es precisamente porque gusta a la gente. ¿Qué más puede esperar un autor como precio justo a su trabajo? Conseguir una incontable cartera de lectores, gustar a la gente (Además de los dinerillos, por supuesto)…

       Al contarme entre sus millones de lectores, mi interés en ella es que, cuando veo lo difícil que se hace para cualquier escritor sacar un libro al año, y no hablo de noveles, ni de intentos de escritora, ni de proyecto de escritora, ni de novatos, etc, etc, hablo de escritores con carrera y experiencia, se me hace un gran signo de admiración e interrogación al mismo tiempo, pues estamos hablando de que esta escritora tenía un promedio de cuatro libros al año, ¡cuatro libros al año! Es cierto que trabajaba a tiempo completo, gracias a la holgura económica de su esposo George Percival Hibbert. Pero mi gran pregunta es: ¿Cómo lo hacía?, resaltando el hecho de que era mujer y que como tal, debía tener múltiples compromisos y que no existía, como hoy en día, la indispensable herramienta de la bien-aliada computadora (ordenador). Deduje que tendría una varita mágica o una flotilla de recursos humanos que corrían detrás de ella para sacar el trabajo… Lo cierto es que ella se tomó su trabajo muy en serio. Escribía los siete días de la semana, desde las 7: 00 de la mañana, alcanzando unas 5,000 palabras por día, ¡Madre mía! y en alguna ocasión alcanzó unas 8,000. Se documentaba muy bien y elaboraba sus tramas magistralmente, lo que la llevó a alcanzar su reconocido éxito con sus novelas góticas y demás.

          Eleanor Alice Burford o Jean Plaidy, o como la quiera que la conozcan, nació el 1 de septiembre de 1906 en Londres. Publicó su primer libro en 1941 y para los años 60´s era una famosa novelista reconocida internacionalmente.
Entre sus muchísimas obras se destacan: Luz sobre Lucrecia, La Madonna de las Siete Colinas, La esposa del orfebre, Camino al cadalso. Tambien Castilla para Isabel, Las hijas de España, La hija del diablo, La casa de las mil lámparas, Defensores de la fe, La señora de Mellyn. Igualmente La casa de las siete urracas, La maldición de los Faraones, Nido de serpientes, El secreto del ruiseñor, Milagro en San Bruno, Las cortes del amor, entre ciento y pico más de títulos.


Esta autora no descansaba. Jamás dejó de trabajar y su última novela fue “El ópalo negro” escrita a sus 86 años, bajo el seudonimo de Victoria Holt, pero no pudo ser publicada hasta después de su muerte, la que sucedió el 18 de enero de 1993 en el mar, en algún lugar entre Grecia y el Puerto Saíd, Egipto. Un final muy particular, a decir verdad… novelesco.