Literalmente todo el repertorio de la Navidad había pasado. Eso creía yo... pues con todas las emociones de la época pasó el día del del Niño, donde reciben el 22 de diciembre en su escuela u otro lugar, juguetes y regalos.
Pasó también la Noche Buena con todas sus comidas, manzanas, vinos, dulces, nueces, ponches y puerco asado. Pasó el día de Navidad cuando Papa Noel o Santa Claus se esmera haciendo regalos a grandes y chicos.
Vino el 31 de diciembre con todo su apogeo de Fin de Año o Noche Vieja como llaman otros... y vino el el día de Año Nuevo... vestidos nuevos, nuevo corte de pelo, etc. etc... y cuando todavía estamos amodorrados tenemos que correr nuevamente pues hay que cooperar con los Reyes Magos, para los regalos de los chicos el 5 de enero para que los disfruten en grande el 6, día de los Santos Reyes. Por doquier encontramos niños felices, con bicicletas, tractores, juguetes electronicos, pelotas, muñecas, etc. y pensamos que este si es el fin de este tren llamado Navidad.
Pero a pesar de que hubieron niños felices que recibieron sus juguetes a tiempo, portándose bien o mal, así hubieron otros niños que no recibieron nada a pesar de haber hecho una lista enorme de pedidos, a pesar de haber puesto agua y hierbas para los camellos de los reyes, a pesar de haber puesto cigarrillos y dulces para estos legendarios personajes, no recibieron nada... lo buscaron y no lo encontraron ni debajo del arbolito si es que había en la casa, ni debajo de la cama ni en cualquier rincón, ni en otra parte... y como consuelo a su decepción se escuchó la voz risueña pero triste del padre o la madre diciendo: "Tienes que esperar a la Vieja Belén".
Y efectivamente ayer me encontré en una tienda con una de esas madres comprando juguetes para sus hijos con el pretexto de que era la Vieja Belén que los había dejado para sus hijos...
Y efectivamente esta viejita legendaria viene a alegrar muchos rostros que no habían perdido las esperanzas de tener un juguete o regalo de reyes...
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