lunes, 22 de febrero de 2010

Un tesoro de la adolescencia


Hace unos días, buscando en una de las muchas cajas que tengo con cosas guardadas, (Libros de textos, cursos realizados a través de los años, regalos que no le encuentro su espacio, cartas, documentos diversos, fotografías, ¨biscuits¨ y un largo etc, etc, me encontré con mi viejo cuaderno de poemas y hojas sueltas donde garabateaba mis ideas, las que clasificaba según lo que saliera en el momento: poesías épicas, poesías líricas, cuentos, fabulas, etc… cuando abrí el cuaderno fue como enfrentarme brutalmente al pasado. En él leí escritos tontos, cosas tiernas, bonitas, grotescas, sin sentido,  pero una que otra muy simpática que luego me preguntaba: ¿y esto lo escribí yo? todas con sus fechas y firma orgullosa al final. No adivinarán las fechas, pero hay garabatos, ¿Legibles? Sí, legibles y en forma de versos o prosa, que pasan de los veinticinco años… ¡lo que quiere decir que era yo apenas una adolescente que no había llegado a los quince años!

A continuación les dejo de muestra éste que me ha gustado mucho y lo he transcrito íntegramente del original, no quise corregirle a mi juicio de hoy:

LA CANCION DE LA LLUVIA

—¿Has escuchado alguna vez a la lluvia cantar? —me preguntó el pequeño gorrión.

—Sí.— contesté —La he escuchado.

—Y ¿Cómo es? —quiso saber la inquieta avecilla.

—¿Has visto  las gotas cristalinas cuando caen en el tejado?... ese dulce cascabeleo es la canción de la lluvia...

>>Es una canción el alegre susurrar que nos adormece  y nos hace cerrar los ojos, entregándonos a los brazos de Morfeo.

>>Si escuchas con atención el leve murmullo al precipitarse con suavidad en el verde pasto del prado, la escucharás cantar.

>>¿Has visto como las hojas y las flores se estremecen al contacto con esas frías gotas? Es que se alegran porque la lluvia está cantando.

>>Si ves los árboles silenciosos y que el viento se detiene, es que guardan silencio para escuchar a la lluvia cantar.

>>Pero si la efímera lluvia derriba y pisotea los blancos azahares, no te enojes, ¡Déjala que cante! 

>>Cuando veas al cielo vestirse de gris...  alegrate porque volverá a  cantar.

>>Al escuchar un lejano murmullo, regocíjate, ¡Porque la lluvia ha vuelto a cantar!! Y, entonces sabrás que ese suave rumor... es la canción de la lluvia! 

Ingrid G. Gómez N. 29/7/1988

Del Poemario Personal 1985-1998

A donde quiero llegar, después de compartir este corto texto con ustedes, es que con el afán de nuestro tiempo, se puede desviar de una manera lamentable y en muchos casos irrecuperable, la pasión o vocación con la que hemos nacido. Si bien es cierto, que en mi caso nunca dejé de escribir (Aun fuera cuando me enamoraba y entonces esa válvula, a veces cerrada, se habría nuevamente dejando escapar muchos versos o párrafos hermosos) no escribí jamás con el empeño y la conciencia de un escritor, hasta hoy. No lo hice por que siempre tuve el vago temor de que lo que hacía no tenía espacio en el mundo en que me desenvolvía. Tenía que cursar estudios o carreras ajenas a la literatura en busca de mejores oportunidades laborales; Trabajar a deshoras con dedicación, persiguiendo los beneficios materiales que ayudaran a hacer mas liviana la vida en este mundo en que vivimos, alejándome mas y mas del arte que me bulle en la venas.

Mi caso no es el único… ¡Cuántos escritores habrán por ahí hibernando! ¡Cuantas historias hermosas se habrán perdido de esta manera tan ruin¡ ¡Cuántos poemas y libros fabulosos se habrán quedado en ese olvido para siempre! En esa marginación que a veces nos impone la sociedad misma, el sistema en que nos ha tocado vivir y la falta también de motivación, de  perseverancia, de voluntad y… el miedo. El miedo a ser rechazados, el miedo a que no crean en uno, el miedo a muchas cosas… Pero es bueno saber que nunca es tarde para recomenzar, decir ya basta, ahora me toca a mí… desempolvar viejos textos que, aunque creas que no son buenos o que fueron escritos cuando pensabas diferente, puedes tomar sus ideas, reescribirlo y pensarlos de nuevo. ¡Hay que liberar al artista, al escritor y no dejarlo que muera en cajas de cartón!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario